Cistitis recurrentes

Cistitis recurrentes

¿Qué es?

Llamamos CISTITIS a la inflamación de la vejiga, producida bien por una infección, o bien por otro agente que la irrita.

Se dice que una cistitis es RECURRENTE cuando se dan más de 3 episodios a lo largo de un año o 2 episodios en 6 meses.

¿Por qué se produce?

Aunque en ocasiones las cistitis son asintomáticas (no da síntomas perceptibles por el paciente) y se descubre de forma casual al realizar un análisis rutinario, los síntomas más frecuentes son los siguientes:

  • Dolor – escozor al orinar
  • Orinar con mucha frecuencia (lo normal es orinar cada 3 horas)Molestias en el bajo vientre
  • Olor desagradable de la orina
  • Sangre en la orina

Estos síntomas, que son los más frecuentes en caso de cistitis, no tienen por qué darse todos. A menudo, sólo se presenta uno o dos de ellos, y como hemos dicho anteriormente, puede incluso no darse ninguno de ellos.

Tratamiento

El primer paso consiste en evaluar si existe infección o no, y en caso de haberla, identificar el germen que la produce (el 80% de las veces el causante es E. Coli) y tratarlo con antibióticos.

A continuación, se realiza una detección de los posibles factores de riesgo que están produciendo dicha recurrencia de infección. Algunos de ellos son factores que conciernen a malos hábitos de micción (no orinar frecuentemente (cada 3 ó 4 horas), cortar el chorro de orina, empujar para orinar, etc.) o a malos hábitos de higiene (secarse de detrás hacia delante tras orinar, utilizar toallitas higiénicas, utilizar jabones que perturban el PH vaginal, etc.). Otro factor importante concierne al estreñimiento y a la dieta.

Dado que la mayoría de infecciones de orina proviene del tubo digestivo, cabe corregir la función defecatoria, así como la flora intestinal para prevenir el exceso de ciertas bacterias en el tubo digestivo.

Otro elemento que debemos rehabilitar en algunos casos es el correcto vacíado de la vejiga dado que es frecuente encontrar entre las pacientes con cistitis recurrente o de repetición, un residuo post-miccional (mal vacíado), que facilita la proliferación y adhesión de los gérmenes a las paredes vesicales.

Por último, evaluamos la funcionalidad bacteriológica de la vagina. La vagina, gracias a su PH ácido, supone una barrera de protección para que los gérmenes intestinales al pasar del ano hacia la vagina mueran antes de poder alcanzar la uretra y a la vejiga. Para ello es necesario un buen equilibrio de la flora vaginal, que puede “sufrir” por la toma de antibióticos, el uso de jabones, dietas ricas en azúcares, el estrés o por una abertura vaginal, que debe estar cerrada.

Muchas mujeres presentan una abertura vaginal (tras los partos, por realizar muchos esfuerzos, mucho deporte, …), lo que tiende a perturbar el PH y la flora vaginal. Por ello, el coito es un factor de riesgo de infección para muchas mujeres que les obliga a tener que tomar antibióticos tras cada relación sexual.

Otros factores de riesgo son la menopausia, la toma de antibióticos, los espermicidas, haber sufrido infecciones urinarias en la infancia, …

En nuestra Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico el tratamiento se plantea de forma PERSONALIZADA en función del diagnóstico médico y funcional realizado, e irá encaminado en cada caso a:

  • Facilitar el vacíado completo de la vejiga
  • Reeducar el estreñimiento
  • Reactivar el cierre vulvo-vaginal
  • Mejorar el tropismo y el PH vaginal en las mujeres menopáusicas
  • Restablecer la flora vaginal e intestinal
  • Elaboración, si fuera necesario, de autovacunas

Consejos

  1. Beber 1,5 litros de agua al día repartiendo la ingesta a lo largo del día
  2. Orinar cada 3 horas como máximo
  3. No cortar el chorro de orina durante la micción
  4. No empujar para orinar
  5. Sentarse y relajar los músculos del periné para orinar
  6. Secarse de delante hacia detrás tras la micción
  7. No utilizar toallitas higiénicas en la zona perineal
  8. Evitar jabones en la zona perineal que puedan afectar el PH y la flora vaginal
  9. Orinar tras mantener relaciones sexuales
  10. Corregir el estreñimiento
  11. Mejorar la flora vaginal e intestinal mediante cambios en la dieta y la toma de probióticos.
  12. Tomar preparados a base de arándanos rojos, que previenen las infecciones urinarias
  13. Realizar una evaluación perineal, así como de la función vesical y defecatoria en una Unidad de Rehabilitación especializada en Suelo Pélvico.